Cancún, Q. Roo a 18 de octubre de 2023. Acusa la Asociación Mexicana de Hábitats para la Interacción y Protección de Mamíferos Marinos (AMHMAR), que la XVII Legislatura de Quintana Roo y Senado de la República repetirán el desastre de “Circos sin Animales”, condenando a sufrimiento y muerte a cientos de delfines, lobos marinos y manatíes en México, ante la posibilidad de reformas al artículo 60 bis de la Ley General de Vida Silvestre que se encuentran en la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático del Senado y que la XVII Legislatura de Quintana Roo apoya.
Incluso aseguran que dichas modificaciones legislativas condenarán a sufrimiento, maltrato y muerte a los más de 300 delfines, manatíes y lobos marinos en instituciones zoológicas modernas en nuestro país.
“Tal parece que los Senadores de la República y, ahora, los legisladores de Quintana Roo, quieren repetir los errores del pasado, como la llamada ley de “Circos sin Animales”, pues al final fueron los animales los que sufrieron por abandono y su consecuente muerte, provocados por los promoventes de esa triste ley al no consultar a los expertos y no escuchar a las partes que serían afectadas”, advierten los integrantes de la AMHMAR.
En su postura formal, relatan que el pasado 11 de octubre de 2023 la citada Comisión del Senado convocó a una sesión de Parlamento Abierto para analizar las reformas que prohíben la utilización de ejemplares de mamíferos marinos en espectáculos fijos, en la que expusieron los grupos promoventes de dichas reformas y representantes de instituciones zoológicas y profesionales especializados en el cuidado de mamíferos marinos en nuestro país; sólo 3 senadoras de 18 integrantes de la Comisión y una externa se presentaron y 3 de éstas manifestaron su apoyo a las reformas aún sin escuchar a la parte que será afectada.
“Lo mismo sucede con la XVII Legislatura de Quintana Roo, la cual, sin análisis o quizá por simple cortesía, buscó escuchar a la parte afectada, por lo que es claro que hay una consigna para afectar la operación de las instituciones zoológicas especializadas en mamíferos marinos, sin medir las consecuencias que tendrá en la salud, calidad de vida y bienestar animal de los más de 300 delfines, manatíes y lobos marinos bajo cuidado profesional en México”, argumentan en el texto.
De acuerdo a la asociación civil integrada por quienes operan los delfinarios en México, el prohibir la reproducción de los delfines y de otros mamíferos marinos, tendrá efectos negativos en la salud física de los animales y en su estado mental, ya que sería necesario suministrar hormonas anticonceptivas a las hembras a lo largo de toda su vida fértil (más del 75% de su esperanza de vida), ya que a los machos, por su estructura anatómica no es posible operarlos para castrarlos o “vasectomizarlos” o separar permanentemente machos de hembras, lo que desestabilizará su socialización y que representa una forma de maltrato para animales tan sociales como los delfines, por ejemplo.
“De igual manera sucede con la prohibición de la interacción o contacto con los visitantes. Los detractores señalan de manera doctrinal e, incluso, fanática, que los mamíferos marinos “sufren” con el contacto físico con los visitantes. Sin embargo, la evidencia científica más reciente (Bergfelt et al., 2020, 2022; Sánchez y Morales, 2016; Miller et al., 2011), ha registrado que niveles de cortisol – hormonas indicadora de estrés permanente- disminuye en los delfines después de sesiones de contacto con los visitantes, lo cual se explicaría porque son momentos placenteros para los animales, les estimulan y enriquecen física y mentalmente.
Insistieron en que votar en favor de dichas reformas es condenar a dolor, sufrimiento y muerte a mamíferos marinos que hoy prosperan en instituciones mexicanas que operan legalmente sustentadas en la ciencia y la técnica del bienestar animal, además de cancelar las carreras y oportunidades laborales para más de 2,500 especialistas en bienestar animal, veterinarios y otros científicos que hoy deberían ser orgullo de México, por estar a la par de sus colegas en otros países desarrollados; así como afectar la fuente de provisión de más de 14 mil familias mexicanas que dependen directa e indirectamente de esta actividad.