por Daniel Pacheco
Espeleólogos, biólogos, activistas y ciudadanos se han comenzado a movilizar para alertar por mayores impactos que se están proyectando con el nuevo trazo del tren maya en la geografía de la Riviera Maya, en la que acusan se estará afectando más cavernas, al manto acuífero, a la fauna endémica y corredores biológicos de vital importancia en Quintana Roo que con la ruta anterior paralelo a la carretera.
Incluso se ha promovido una nueva iniciativa en Change.org para detener el proyecto, ya que aseguran que aunque la falta de certeza sobre el trazo final del proyecto impide identificar los impactos puntuales que se pudieran ocasionar al hábitat y a los ecosistemas terrestres y costeros, es posible identificar que el Tren Maya causará: Deforestación, la destrucción de acuíferos, ya que no se están considerando las cavernas, cenotes por las cuales pasará el Tren Maya, la extinción de flora y fauna, y la sobreurbanización no planeada.
Imagen: Mapa de una sección de la cueva Garra de Jaguar con la sobreposición de la propuesta de ruta del Tren Maya.
En una reflexión pública Roberto Rojo García, presidente del Círculo Espeleológico del Mayab, subrayó que ha identificado 3 momentos de impacto en la región a los que no se les está dando la importancia adecuada, en un Quintana Roo que lleva años sumergido en una crisis de problemáticas ambientales que pueden ser de largo plazo o incluso irreversibles.
El biólogo señalo que incluso antes de que llegue, ya ha generado una gran especulación, elevando los precios de los terrenos, dejando vulnerable a la selva de Quintana Roo, ahora en mapas con ecosistemas fragmentados, fraccionados y parcelados; además de que se han incrementado los crímenes, pleitos legales, riñas familiares, por el sueño de ganar más dinero vendiendo los terrenos.