“El PDUCPPC presentado para su aprobación es un atentado contra la salud de los ecosistemas que representan el atractivo turístico y motor económico de la región. Dicha zona sur de la ciudad, que actualmente cuenta con un territorio de selva virgen, con evidencia de un ecosistema sano, donde aún es posible comprobar la existencia de especies como el jaguar, mono araña, venado temazate, demuestra la presencia de un corredor biológico de importancia para la naturaleza y salud de la población”…
Raúl Padilla, director de Jaguar Wildlife Center AC.
Por Carlos Underwood
Con la pandemia de covid-19 como distracción, nuevamente el Caribe Mexicano está a un paso de permitir —en una aprobación al vapor por parte del gobierno de Solidaridad— el desarrollo industrial y la explotación de áreas frágiles que enfrascan ecosistemas como aguadas, humedales, cenotes, cuevas y selva con presencia de especies en peligro de extinción y emblemáticas como el jaguar (Panthera onca), protegidas por la Norma Oficial Mexicana 059-2010 y por leyes internacionales.
Para abrir paso a la construcción del Tren Maya en el estado de Quintana Roo, específicamente en Playa del Carmen (Solidaridad), el gobierno municipal —sin los estudios ambientales correspondientes ni el apoyo de investigadores ni científicos— impulsa la actualización del Programa de Desarrollo Urbano de Centro de Población Playa del Carmen (PDUCPPC), proyecto realizado por la empresa privada Ecología y Acción Urbana S.A. de C.V. (Ecaursa), cuyo director, Fernando D’Acosta López, se desempeñaba en 2018 como titular de Planeación Regional y Urbana del proyecto del Tren Maya.
El plan de actualización del PDUCPPC —que se busca aprobar sin el consenso de la sociedad civil ni de los especialistas y que tuvo un costo para las arcas municipales de 4 millones 199 mil 936 pesos, aproximadamente 173 mil 600.15 euros —, destaca que el programa de desarrollo vigente del municipio playense 2010-2050, por su temporalidad “no contempla proyectos estratégicos recientemente planteados como el Tren Maya”, por lo que el programa actual de desarrollo “resulta obsoleto e impreciso”.
Es decir, el nuevo plan de desarrollo —hecho por una empresa privada dirigida por un exfuncionario cuya ocupación era la planeación urbana del Tren Maya— prioriza la instalación del Tramo 5 Caribe Dos, con estación del tren dentro de la localidad, así como la industrialización de zonas vulnerables de selva virgen, con evidencia de ecosistemas sanos y la existencia de especies en un corredor biológico siempre amenazado.
El nuevo PDUCPPC planteado por Ecología y Acción Urbana S.A. de C.V. e impulsado por el gobierno municipal, busca industrializar y crear nuevos centros de población en zonas de captación de agua que alimentan el manto freático y ríos subterráneos. En la Memoria Técnica del proyecto, la empresa privada no explica cómo se llegó a la propuesta para la modificación del polígono que sería afectado.
La proyección de los nuevos centros poblacionales —como lo especifica el proyecto con fotografías y coordenadas— rodearía reservas de estudio de flora y fauna para extenderse en decenas de hectáreas cuya modificación de uso de suelo permitiría la instalación de infraestructura agresiva e invasiva, como naves industriales y bodegas: el proyecto modificaría la vocación turística del destino y permitiría el desarrollo industrial.
El PDUCPPC —cuya copia tuvo acceso este medio— subraya que Playa del Carmen “presenta una administración y una gestión del territorio responsables y congruentes con los lineamientos ambientales y desarrollo”, pero en los estudios hechos por la empresa privada hay imprecisiones y una investigación sin rigor, como lo expone el apartado 2.2.6 Flora y Fauna, en la página 34.
Ecología y Acción Urbana S.A. de C.V. enumera las especies supuestamente reconocidas en la región Caribe para justificar el desarrollo y cambio de usos de suelo en la actualización del PDUCPPC.
La fauna enlistada, escueta y sin fundamento científico —al final del documento la empresa privada publica una bibliografía sin pesquisas propias—, omite la presencia del jaguar y otras especies vulnerables previamente documentadas por investigadores y organizaciones, como Jaguar Wildlife Center AC.
Ecología y Acción Urbana S.A. de C.V. subraya 31 especies y misteriosamente hace énfasis al tlacuache. La empresa privada tampoco fundamenta la lista; en otras palabras, no respalda el por qué solamente se han identificado dichas especies ni revela un trabajo científico como sustento.
La Dirección del Patrimonio Municipal del municipio playense detalla en un documento el costo de los trabajos realizados por Ecología y Acción Urbana S.A. de C.V. para la actualización del PDUCPPC —cuya copia posee este medio—.
Firmado el primero de mayo de 2020, el documento exhibe que el gobierno municipal de Solidaridad pagó 724 mil 127.04 pesos (29 mil 931.07 euros) a la empresa privada por el diagnóstico y pronóstico. En los 8 puntos desglosados en el recibo, todos duplicados, se carece de un apartado de investigación o planes de mitigación. El PDUCPPC no muestra ningún aval científico ni estudios de la zona.
El plan de actualización tampoco menciona a la minera Calizas Industriales del Carmen S.A. de C.V (antes CALICA actualmente SAC-TUN), filial de la empresa estadounidense Vulcan Materials Company, cuyas afectaciones ecológicas por la añeja extracción indiscriminada de material pétreo y explosiones mermaron sistemáticamente la zona sin respuesta de las autoridades, y cuyas evidencias del daño ecológico se han documentado.
La carencia de una estrategia de mitigación de los planes de desarrollo y el sustento de la comunidad científica para mostrar evidencia de especies y la vulnerabilidad del ecosistema en el municipio y en todo el estado, es evidente.
Las deficiencias del PDUCPPC ha levantado la inconformidad de los diferentes colegios y organizaciones del municipio y del estado. El rechazo de los especialistas es unánime y, ante las carencias del proyecto de actualización, diferentes especialistas pedirán por escrito a los tres niveles de gobierno una revisión y un freno del proyecto.
PDUCPPC excluye estudios
En el 2018, una investigación hecha por una organización local obtuvo el reconocimiento Young Karst Researcher Prize, durante el Eurokarst, realizado en Besançon, Francia. El trabajo, nombrado Geoparque como reserva hidrogeológica, buscaba replicar las labores de conservación de la reserva hidrogeológica en los 11 municipios de Quintana Roo.
A pesar del apoyo internacional y los estudios mostrados por dicha organización, la empresa privada Ecología y Acción Urbana S.A. de C.V. no tomó en cuenta proyectos previos, y sin mayor fundamento, propone un desarrollo que fragmentaría la reserva hidrogeológica: de acuerdo con el estudio expuesto por especialistas locales, la zona que se busca transformar a una zona industrial con la actualización del PDUCPPC es “rica en cenotes, ríos subterráneos, aguadas y cobertura vegetal”.
Diferentes ambientalistas en el municipio han señalado que la “pretensión de los asesores del municipio de Solidaridad fue autorizar por la vía rápida dicho plan (PDUCPPC) mediante la conformación de un comité consultivo creado en una reunión vía Zoom en un día inhábil, convocada con muy poca anticipación. Después de la conformación de dicho comité se comenzó la cuenta regresiva de 7 días para comentarios y propuestas, para después su aprobación en Cabildo y la publicación posterior en el Diario Oficial”.
El área que conforma el proyecto de la reserva geohidrológica es rica en flora y fauna, y “en ella existe registro de especies como el jaguar, ocelote y tigrillo, tres especies en peligro de extinción y protegidas por la NOM-059-2010, entre otras”, confirmó Jaguar Wildlife Center AC.
La pretensión de la empresa privada y el municipio es la manipulación de la Unidad de Gestión Ambiental (UGA) 14 y UGA 11, respectivamente; es decir, la reserva urbana norte-sur de Playa del Carmen, cuya superficie es de 7 millones 448 mil 13 hectáreas.
Según el proyecto de actualización, el área corresponde a una superficie afectada por incendios ocurridos en 1989, por lo que “la vegetación es de tipo secundario en su mayor parte, ya que han sido áreas que han sufrido degradación ambiental por actividades antropogénicas”.
La inmensa área que no estará blindada por el futuro desarrollo propiciado por el Tren Maya abarca zonas de estudios y turismo ecológico, como Río Secreto, una reserva ecoturística que realiza monitoreo de fauna silvestre en la zona.
“En el planteamiento que está haciendo el gobierno en turno, dirigido por Laura Beristain, pone en riesgo el agua de todos esos parques al establecer como zona industrial el área de captación y flujo de agua que se extiende hacia el sur de la ciudad. En el estudio presentado resalta la falta de conocimiento de la ciudad, sus suburbios y sus virtudes por parte de los consultores, falta de entendimiento de las razones que han convertido a Playa del Carmen en un atractivo turístico de nivel mundial”, coinciden ambientalistas.
“El PDUCPPC presentado para su aprobación es un atentado contra la salud de los ecosistemas que representan el atractivo turístico y motor económico de la región. Dicha zona sur de la ciudad, que actualmente cuenta con un territorio de selva virgen, con evidencia de un ecosistema sano, donde aún es posible comprobar la existencia de especies como el jaguar, mono araña, venado temazate, demuestra la presencia de un corredor biológico de importancia para la naturaleza y salud de la población”, subraya Raúl Padilla, director de Jaguar Wildlife Center AC.
Para las diferentes organizaciones, “el gobierno trata de aprobar un plan sin estudios y demuestra falta de conocimiento, visión y sensibilidad”.
Colofón: Tren Maya y pandemias
Ecología y Acción Urbana S.A. de C.V. y su director, Fernando D’Acosta López, no detallan qué zonas se usarán para el Tren Maya y apuestan por la transformación de la vocación del municipio: el proyecto como pretexto a una expansión industrial del municipio. El desarrollo propuesto prevé el ordenamiento territorial y la creación de nuevos centros poblacionales.
“La pandemia ha puesto en evidencia los malos desarrollos. La deforestación y defaunación están asociadas a las pandemias, como el caso de la covid-19. En los suburbios, cuando más deforestamos, los virus saltarán al ganado, a las mascotas y de ahí al ser humano. Se vienen más pandemias con este modelo de deforestación y con la mala relación con el medio ambiente”, puntualizó Raúl Padilla.